Director: Luis Piedrahita, Rodrigo Sopeña
Género: Intriga
Reparto: Alejo Sauras, Elena Ballesteros, Santi Millán, Lluís Homar, Federico Luppi.
Película a la que llego tras haber visto “Carne de Neón” de Paco Cabezas… ¿por qué? diría Mourinho, si no tienen nada que ver la una con la otra, pues por que me gustó, vi que era un tipo de cine atípico en España y me puse a buscar por Internet películas de este tipo, es decir, diferentes, originales, que no sean dramas o de la guerra civil. Casualidad o no, ese “magnifico” videoclub de ONO acaba de subir la película entre sus opciones gratuitas y me dispuse a verla.
Sinopsis: Cuatro matemáticos, que no se conocen entre sí, son invitados por un misterioso anfitrión con el pretexto de resolver un gran enigma. Pero descubren que la sala en la que se encuentran resulta ser un cuarto menguante... que les aplastará si no descubren a tiempo qué les une y por qué alguien quiere asesinarles.
Crítica: La película comienza con la presentación del personaje con pseudónimo Galois (Alejo Sauras) un estudiante de 22 años que se ha hecho “famoso” por demostrar la conjetura de Goldbach: algunos dicen que el eterno adolescente Alejo Sauras (tiene ya 32 años y parece de 16) no da el papel de matemático, y así es, y es justo el tipo de persona que el director quería para ese papel, los que lleguen al final de la película sabrán de lo que hablo, ya que el tenía que hacer justo lo que ha hecho. Para mí está bien, otra cosa es que de verlo tanto en televisión no os cuadre en otro papel.
Más tarde asistimos a la presentación de un personaje con pseudónimo Hilbert (Lluís Homar), veterano matemático que ha recibido una invitación para resolver un gran enigma junto a otras cuatro personas ese fin de semana, y otro con pseudónimo Pascal (Santi Millán), matemático e inventor que recibe la misma carta: Para mí Lluís Homar no era el más apropiado para este papel, no así Santi Millán, que me parece el más creíble físicamente como matemático.
Y por último conocemos a Oliva (Elena Ballesteros) y a Fermat (Federico Luppi).
El personaje de Oliva está muy mal dibujado, no se muestra cuando recibe la invitación, ni por qué está allí, ni da el papel de matemática para resolver el enigma. El papel de Fermat está mucho mejor realizado y su desenlace es de lo mejor de la cinta.
Una vez dentro de la habitación menguante la película se sube en un tobogán que solo tiene dirección descendente. Y es que en ningún momento se muestra la angustia de poder morir aplastado, no transmite al espectador angustia, no hace que nos pongamos en el lugar de los personajes, por lo que pierde mucha fuerza. Eché de menos un “¡O dios mio! Vamos a morir, no podemos hacer nada”, algún lloriqueo, sudores fríos, pero nada, los personajes no se transforman en ningún momento, están como si estuvieran en el sofá de su casa con la mantita con un crucigrama.
El final es muy Light, quizás esta película necesitaría un final mucho más atrevido, es más creo que con una mejor presentación de personajes y un final más heavy podría haberse convertido en una película de culto.
Nota: 6 sobre 10 porque me gusta la idea, me gusta que esta idea sea española, me gusta su comienzo, peeeero… algunos personajes mal dibujados, su final rácano y la falta de transmitir emociones al espectador lo dejan en un 6.
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