Director: Nicolas
Winding Refn
Género: Acción, Thriller, Drama, Cine
negro
Reparto: Ryan Gosling, Carey Mulligan, Albert Brooks,
Ron Perlman, Bryan Cranston, Oscar Isaac, Christina Hendricks, Tina Huang, Joe
Pingue, James Biberi, Kaden Leos
Grandes expectativas al ver esta película ya que había sido
relacionada nada más y nada menos que con el estilo de cine de uno de los
grandes, Quentin Tarantino o el "Señor Marrón". Lo primero que me ha
parecido similar ha sido el poderoso comienzo en forma de prólogo, que sin
ningún miedo me atrevo a decir que es la mejor parte de toda la película, donde
ya nos meten de lleno en la historia gracias al ambiente creado y a la música
que acompaña la misión de nuestro protagonista. Un papel protagonista muy
difícil de aguantar sin caer en el ridículo con la gran cantidad de primeros
planos de miradas y medias sonrisas, y con el vestuario que luce, pero Ryan
Gosling aprueba con nota y lo que yo más destaco es la capacidad de mostrar su
personalidad y pasado sin decir una palabra y que nos lo creamos.
Sinopsis: Durante
el día, Driver trabaja en un taller y es conductor especialista de cine, pero,
algunas noches de forma esporádica, trabaja como chófer para delincuentes.
Shannon, su jefe, que conoce bien su talento al volante, le busca directores de
cine y televisión o criminales que necesiten al mejor conductor para sus fugas,
llevándose la correspondiente comisión. Pero el mundo de Driver cambia el día
en que conoce a Irene, una guapa vecina que tiene un hijo pequeño y a su marido
en la cárcel.
Así pues, puestos ya en situación, nos encontramos ante una
mezcla de "Western", un poco de "indie underground" y
"cine negro", donde un tipo con un pasado turbio, por fin encuentra
la razón por la que seguir viviendo, la chica y su hijo, y tiene que luchar por
mantenerlos a salvo, una trama, que si la miras bien es muy parecida a la de la
película protagonizada por Denzel Washington, 'El fuego de la venganza'.
Otra de las similitudes con el cine del señor de la
mandíbula está en la música, donde Nicolas Winding Refn prefiere acomodar
canciones de la época, a crear una banda sonora propia, yo creo que sin ninguna
duda acierta en su decisión, ya que los mejores momentos de la película están
acompañados por estas canciones que harán que estas escenas acaben grabadas en
tu cabeza sin oposición posible. Por ejemplo, una canción quedará marcada por
la escena de la máscara y lo sabéis.
Pero no todo son elogios, el ritmo se hace demasiado lento,
con escenas que se alargan innecesariamente y silencios prolongados que harán
que en la sala se escuchen susurros, respiraciones de desesperación y
carraspeos varios, además, los personajes no tienen fondo, están vacíos y parecen no tener
sentimientos, lo que conlleva que no nos identifiquemos con ellos, lo que a su
vez hace que el film pierda intriga y tensión. También, esas relaciones "Crepusculares" basadas en
miraditas, roces y silencios se me empalagan demasiado, y más si están
protagonizadas por el tipo duro de pasado oscuro que nos quieren presentar.
Quizás abuse de escenas a cámara lenta con la música en todo
su esplendor, que quedan muy bien pero tienen poca transcendencia en la trama,
pero están muy bien hechas y le dan ese punto 'mítico', y las escenas de acción
te pegan al asiento ya que están colocadas perfectamente a lo largo de la cinta
en momentos críticos y están rodadas con dureza pero a la vez la simpleza de la
realidad. (ese brazo.....)
Nota: 7 sobre 10.
Es una buena película sobre varios géneros que me gustan, pero no nos
engañemos, está lejos de ser una obra maestra por mucho que os guste la
chaqueta.
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