Director: Quentin Tarantino
Género: Aventuras, Acción, Comedia
Reparto: Brad Pitt, Christoph Waltz, Mélanie Laurent, Diane Kruger, Michael Fassbender, Daniel Brühl, Eli Roth, Til Schweiger, B. J. Novak, August Diehl, Mike Myers, Omar Doom, Sylvester Groth, Denis Menochet, Richard Sammel, Jacky Ido, Martin Wuttke, Julie Dreyfus, Samm Levine, Gedeon Burkhard, Rod Taylor, Christian Berkel
Quentin Tarantino ama tanto el cine y conoce todos sus recovecos (le pidió a Alex de la Iglesia que le pasara la película "Sevilla Connection"...) que rueda lo que quiere ver, de una forma tan personal pero a la vez tan cinematográfica que hace recordar a otras muchas películas de todos los géneros, desde el western a la comedia, pasando por la serie b.
Sinopsis: Segunda Guerra Mundial. Durante la ocupación de Francia por los alemanes, Shosanna Dreyfus presencia la ejecución de su familia por orden del coronel nazi Hans Landa. Después de huir a París, adopta una nueva identidad como propietaria de un cine. En otro lugar de Europa, el teniente Aldo Raine adiestra a un grupo de soldados judíos para atacar objetivos concretos. Los hombres de Raine y una actriz alemana, que trabaja para los aliados, deben llevar a cabo una misión que hará caer a los jefes del Tercer Reich. El destino quiere que todos se encuentren bajo la marquesina de un cine donde Shosanna espera para vengarse.
El señor Tarantino me tiene ganado hasta el fin de mis días, para mi es el director actual mas estimulante, es imperdonable no ver una película suya o donde el intervenga, porque en su cine se aúnan todos los valores del cine más puro, del de siempre, destacando entre todos ellos el del entretenimiento.
Pero vayamos a Malditos Bastardos, al que no le entusiasme la primera escena tendrá que mandarme un mensaje y explicarme el porqué para que yo lo entienda, porque dejando a un lado los ya conocidos y magníficos diálogos, esta escena tiene una carga emocional tremenda, y no solo eso, está rodada de una forma magistral, ese movimiento de cámara que nos enseña toda la casa mientras siguen hablando, la música que le acompaña, la primera vez que alucinamos con Christoph Waltz (haciendo un papel tan magistral que le acompañará toda su carrera, será imposible que lo veas en otra película sin pensar en el coronel Hans Landa), y el desenlace de esta ganarían todos los festivales de cortos si terminara aquí.
Dejando a un lado la magnifica escena inicial, a la que por otra parte ya nos tiene acostumbrados en películas como Reservoir Dogs, Pulp Fiction, Kill Bill, Abierto hasta el amanecer y Desperado entre otras (las dos últimas son de Robert Rodríguez, pero vean mis críticas sobre ellas), la película está dividida en dos tramas, la de los bastardos y la de la dueña del cine.
Personalmente habría preferido mas bastardos y menos cine pero eso no quita que las dos tramas estén realizadas perfectamente y con su clímax correspondiente cada una.
Y vaya clímax el de los bastardos, con una escena en el bar en la que desde que empieza hasta que acaba, cada palabra y cada gesto desprende un olor que solo puede ser cine, así como el clímax de la trama de la dueña del cine, que no es otro que el que se da en la sala de proyección con una música que se introduce en todas las partes de tu cuerpo. Increíble, orgásmico, de aplaudir.
El reparto sería perfecto si no apareciese Mike Myers, si, Austin Powers, ya que el resto son perfectos, no sobra ni falta ninguno, ya sabemos como Tarantino cuida a sus personajes, tanto que es capaz de cambiar su guión varias veces según vayan desarrollándose en su cabeza, eso sí, por encima de todos sobresale el personaje de Hans Landa, y la interpretación llevada a cabo por Christoph Waltz, ya lo he dicho antes, pero lo merece.
Nota: 9 sobre 10. No le pongo la máxima nota porque para mi gusto habría quitado las escenas donde sale Hitler, al igual que excesivos guiños como en la escena donde aparece por primera vez el magnifico actor Michael Fassbender.
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